Creo que nunca tuve dudas de que practicaría el colecho con mis hijos, pero no sabía el alcance que tendría en nuestra vida cotidiana a corto y a largo plazo. Tras 2 años y pico de colecho a nuestras espaldas y haciendo balance de las casi 800 noches compartidas, puedo decir con certeza que ha sido la mejor decisión para nuestra familia.No sólo creo en las grandes ventajas que supone el colecho para un bebé o niño pequeño, sino que además, han sido la mejor solución para dormir.No voy a enumerar las ventajas del colecho en este post, puedes leer más en este artículo o en este otro Si tienes dudas sobre la seguridad del colecho te aconsejo que eches un vistazo a las recomendaciones sobre colecho seguro de la AEPED.
Nuestro sistema ha sido poner una cuna de colecho (de Ikea )con un lateral desmontado y adosada a mi lado de la cama (la atornillamos a la cama de manera que no se separe, y haciendo nuevos agujeros para ajustar la altura y que quedara exactamente a la altura de la nuestra) . Ahora que es mayor y duerme la mayor parte de la noche atravesado y poniéndome los pies encima, vamos a añadir una camita más grande.
2.Para dormirle a él. Mi hijo tenía lo que se conoce como el síndrome de la cuna de pichos…o lo que es lo mismo, solo quería dormir en brazos, o encima de mí. Era tocar la cuna (o el carro, o la hamaca…) y empezar a quejarse y a llorar. ¿Hay algún sitio mejor para dormir que encima de mamá o de papá?
Seguro que muchas conocéis esto de dormir sobre un montón de almohadas con tu bebé encima y que se te duerma un brazo, o que te entren ganas de ir al baño y no te muevas para no despertar al dulce retoño que ha tardado una eternidad en quedarse dormido…. Bien, pues si estáis empezando a pensar ” no puedo más, necesito cambiar de postura ¡ya!”…tranquilas, esto dura solo una temporada y os aseguro que después lo echaréis de menos.
Como os decía, para dormirle encima de mí, al menos en una cama grande donde pueda estirarme y dormir yo también, y no andar cambiando de postura o andar con berrinches nocturnos que no benefician a nadie¿no?.
3. Para la lactancia. Esta ya la veías venir ¿verdad? Pues sí, sin tenerle pegadito a mí no sé si hubiera podido mantener la lactancia tanto tiempo. El tenerle cerca, darle el pecho y dormirnos sin tener que pasear por la casa, ni salir de la cama…¡es lo mejor! Estás tumbada, puedes relajarte (menos cuando están con los dientes…oooouuuuchhhh), puedes cantar, acariciar, descansar, dormitar…Algunas madres hasta se quedan dormidas mientras amamantan y ni se enteran de cuando el bebé suelta el pecho.
4. Porque mola. Sí. Colechar mola. Mola mucho. Colechar con tu bebé, o con tu niño cuando va creciendo, es precioso.Porque le miras mientras duerme,le tocas a ver si respira…le das besitos suaves para no despertarlo (que llevas 1 hora intentando dormirle y no es plan de fastidiar todo el esfuerzo), le coges de la mano y te maravillas otra vez de esos deditos perfectos y de ser la mamá más afortunada del mundo.Y otra más.Y otra más. Y le hueles. Y se te cae la baba.
Sí, claro que hay patadas,y estrecheces, hay a veces que el pequeñín ocupa la cama de manera que los papás terminamos en una esquina de la cama acorralados…o el papá, que se fue a la cama más tarde descubre que no tiene sitio y se tiene que ir al sofá… Pero , a ver ,en serio ¿no es un recuerdo chulísimo para la posteridad?.Y sobre todo, sobre todo, a mí me flipa despertarme junto a mi hijo. Verle despertar es un privilegio que solo durará unos años. Verle desperezarse, estirarse, abrir los ojitos varías veces…mirarte…sonreírte, decirte “hola mami”, cogerte la cara con sus manitas y darte un besito….y no es que me derrita el corazón, es que es como si tuviera el sol directamente dentro del pecho.
5. Porque el tiempo pasa muy rápido. El tiempo es inexorable y se escapa de nuestras manos, veloz. Y con niños más. Un día estabas embarazada, y un rato después eras mamá de un bebé tiernito y delicado, y tras un abrir y cerrar de ojos, ya está, ha crecido, te habla, protesta, tiene su propia personalidad, su carácter, sus gustos…Sin darte apenas cuenta han pasado 2 años…y luego 3, 4…12…¿cuánto tiempo más querrá que le de besitos en público? ¿cuánto tiempo más querrá dormir con nosotros?…No mucho más seguramente.
La infancia es la etapa más corta de la vida y aún así nos empeñamos en acortarla más, que los niños sean independientes cuanto antes , que duerman solos, que no nos necesiten mucho, que lo hagan todo solitos, que no lloren, que dejen el pañal rapidísimo , que hablen y anden pronto…¡ y la estimulación temprana desde el útero si es necesario!
Yo no quiero acelerar su infancia, no quiero correr, no quiero mirar atrás un día y arrepentirme de lo que no disfruté de mi hijo. Quiero desacelerar, quiero ir despacio y atesorar cada etapa , quiero disfrutar cada minuto que estoy con él y colechar es parte de esta maternidad a fuego lento que quiero vivir. Aunque esto es un tema para otro post. 😉
Mi familia es mi felicidad, y dormir juntos nos hace felices,nos une y nos enriquece el corazón.¿Y a ti?
Felices sueños.
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