Children¿Tu hijo no te hace caso?¿no haces más que repetir y repetir lo mismo sin resultados? ¿te sientes frustrada porque no sabes cómo evitar las discusiones interminables con tu niño?

 Te entiendo, créeme. Quiero compartir esta estrategia que funciona estupendamente (casi siempre) para que tus hijos te hagan caso, sin batallas, sin discusiones,con respeto y amor.

¿Cómo hacer que tu hijo de 2-3 años te haga caso?. Déjale elegir. Te explico porqué y cómo hacerlo.

¡Qué  especial y  maravillosa es la edad de 2 -3 años!¡pasan tantas cosas en sus cabecitas! Para empezar, hasta los 3 años es cuando su cerebro alcanza el 80% de su volumen y capacidad, es cuando va a realizar la mayor parte de las conexiones neurológicas. Alcanzando hasta 1000 billones de sinapsis neuronales. Sí,has leído bien, 1000 billones.

El ritmo de desarrollo cerebral en esta edad es inigualable, nunca más después el cerebro crecerá tanto, de ahí que este periodo sea tan maravilloso y plástico para su aprendizaje y desarrollo. Si te interesa este tema aquí tienes un articulo sobre el desarrollo del cerebro desde la concepción hasta los 3 años.Leer artículo.

Con todo esto pasando en su cerebro ¿cómo no va a ser una edad llena de grandes sentimientos y emociones? Un niño de esta edad está viviendo y procesando tantas cosas, que por fuerza ha de sentir todo a lo grande. Cada vez que mi hijo llora o se enfada (a lo grande) intento recordar que su cerebro está creciendo y trabajando tanto y que al mismo tiempo aún no sabe manejar todas esas emociones, ni sabe comunicar plenamente sus sentimientos. Comprender que en esta época todo es pura emoción, y que toda emoción es genuina y única, tanto las risas como los llantos son vividos con pasión e inmediatez nos puede ayudar a mantener la calma ante estos comportamientos.

En estos años, sobre todo, vemos cambios en su independencia y en el lenguaje, es un época muy divertida en la que nos deleitamos y partimos de risa con las frases y chapurreos de nuestros niños. Con el desarrollo del lenguaje viene una gran mejoría de la comunicación, y por la tanto van a empezar a comunicar sus sentimientos y emociones mucho mejor , sus gustos y disgustos.Y lo van a hacer con pasión y determinación.

Además empiezan a “independizarse” ,quieren hacerlo todo solos, y empiezan a separarse de los padres, a identificarse como individuos. Del “nosotros” al “yo”. Todo esto supone una serie de conflictos entre lo que los padres esperan del niño y lo que el niño quiere.

El “no” se convierte en la palabra favorita para comunicarnos su opinión, pues es necesario distinguirse de los padres, probar límites, dejar claro que está creciendo y está aprendiendo a ser independiente. El “no” es importante, aunque a veces nos ponga de los nervios. El “no” es necesario en esta edad para  su autoestima, y su determinación,así que tenemos que  ser comprensivos, tener paciencia y aceptar que no estén de acuerdo con nosotros, ya que el aprendizaje del no,será fundamental para protegerse a sí mismos en el futuro pues sabrán decir que no en otras situaciones que no les convengan.

Pero aunque comprendamos esto, ¿qué pasa cuándo hay que hacer cosas y todo lo que obtenemos es un rotundo “no” (uno detrás de otro) por respuesta? Empezamos a notar que la paciencia se agota, hay que salir,  hay que lavarse los dientes, o hay que vestirse…y nuestro pequeño hace uso de todo su temperamento para dejar clara su opinión…y perdemos los nervios.

Claro que queremos respetarle y ser comprensivos,  pero hay que hacer ciertas cosas y además llevamos un día de locos y estamos cansados…¿qué podemos hacer? Vale, dejemos que se expresen y  digan que no, aceptemos su diferencia de opinión pero tratemos de negociar un compromiso para que nos hagan caso. No se trata de que obedezcan porque sí, porque lo digo yo , que soy el adulto y mando aquí. Se trata de ponerles unos límites saludables con respeto y cariño. Esto que suena tan bien, no es nada fácil , a veces simplemente no sabemos qué hacer, no sabemos cómo hacerlo y solo repetimos la misma orden una y otra vez pero cada vez con la voz más alta y con menos paciencia. Al final , termina el niño enrabietado, el adulto frustrado y posiblemente los dientes mal lavados o el niño sin abrigo en invierno.

Esta técnica que te voy a contar funciona casi siempre, es respetuosa con el niño y te ayuda a sentirte menos frustrada en estas situaciones, verás que practicándola un poco y adecuándola para tu familia, te conviertes en una experta en tocar las teclas adecuadas y que tu hijo  te haga caso en estas situaciones, evitando así muchas de las tan temidas  rabietas.

El truco es este: dale 2 opciones.

Siguiendo con el lavado de dientes, por ejemplo, es hora de lavarse los dientes y el niño dice que no (por supuesto), le repites que por favor se lave los dientes, quizás le explicas algo sobre la caries (bichitos que le hacen agujeros en los dientes…le decía yo)…Respuesta de tu hijo:no, no no,noooooo….Seguido de las carreras del  pequeño escapista  por la casa.

Ahora nuestra conversación con esta técnica es más como esto:

-Hora de lavarse los dientes…

-¡No! no,noooooo…..noooooo,no me gustaaaaaaa

-Vale, no te gusta lavarte los dientes (aquí estoy validando su opinión), pero tenemos que lavarnos los dientes, así que puedes elegir entre la pasta de dientes con sabor a  fresa o la de sabor a  plátano.¿cuál prefieres?

-Mmmm…¡fresa!

Lo que ha pasado aquí es que al darle dos opciones le he dejado claro, sin discutir en absoluto, que hay que lavarse los dientes,que es el límite saludable y sensato que he puesto,  y por otro lado le doy opciones para elegir con lo cual él decide , él tiene la última palabra,tiene el poder sobre su decisión. Algo que es tan importante en esta edad, poder sentirse independiente y en control de sus propias decisiones.

Y  además hemos conseguido que acepte lavarse los dientes. Después posiblemente tendremos que seguir con más preguntas ¿quieres que te ayude a terminar papá o mamá? ¿quieres que empiece por los dientes de arriba o por los de abajo? ¿quieres ponerte el pijama azul o el verde? ¿quieres que te ayude papá o lo haces tú solo?…

Dale solo dos opciones, pues los niños pequeños se sienten sobrepasados si hay muchas alternativas , por ejemplo, no pueden elegir entre 30 tipos de helado en el mostrador de la heladería, pero seguro que entre chocolate y vainilla  sí. Dos alternativas son suficientes para que no se dispersen y elijan, quizás 3 si tu hijo es más mayor. Haz que las  opciones sean sensatas y dentro del límite de que lo deseas conseguir,¿qué coma un alimento determinado? ¿qué se ponga la chaqueta? ¿volver a casa del parque?.

Digo esto porque ,por ejemplo, si ofreces fruta y puré de fruta, no te sientas frustrada porque elija el puré cuando tú preferías que eligiera la fruta entera, a veces no nos damos cuenta de que no les estamos ofreciendo alternativas consecuentes , si quieres que coma fruta ofrece solo fruta , algo como¿prefieres naranja o mandarina? ¿prefieres la naranja en trocitos grandes o en trocitos pequeños?…

Si quieres que se ponga la chaqueta  ,no preguntes¿quieres ponerte la chaqueta?, mejor  esto: ¿prefieres ponerte la chaqueta roja o la verde? o bien ¿prefieres ponerte la chaqueta solo o mamá te ayuda? o ¿prefieres que cantemos X ó Z mientras te pones la chaqueta?..

Estos son  algunos ejemplos típicos en casa:

  • ¿Te apetece pera o manzana de postre?.
  • ¿Quieres yogur de fresa o yogur natural?
  • ¿Quieres el vaquero gris o el vaquero azul?
  • ¿Te pones la chaqueta tú solo o te ayuda mamá?
  • ¿Prefieres que cantemos X ó Z mientras te pones la chaqueta?
  • ¿Te pones las botas sentado en la silla o sentado en la cama?
  • ¿Quieres recoger tú los coches o prefieres recoger los bloques de construcción?
  • ¿Te ayudo a guardar los cuentos o a guardar los peluches?
  • Antes de irnos a casa, ¿prefieres subir al tobogán o prefieres el columpio?
  • ¿Qué camino te gusta más para volver a casa? ¿este o ese?
  • ¿Prefieres ir andando o en el carrito?
  • ¿Prefieres cruzar la calle de la mano de mamá o de la mano de la abuela?
  • ¿Prefieres hacer esto tú o te ayuda papá?

Las posibilidades son infinitas.Tú conoces a tus hijos, observa qué les gusta y disgusta, determina qué opciones le resultan atractivas y qué opciones son consecuentes con lo que deseas conseguir. Habrá días en los que no te funcionará todas las veces, o tu hijo conoce demasiado esa pregunta y tienes que echarle algo más de imaginación y cambiar las opciones,quizás termines haciendo 6 preguntas antes de conseguir el objetivo ,pero siempre será mucho que gritar y perder la paciencia.

La mayoría de las veces te va a ayudar a  que el día sea más tranquilo.Sin  batallas ni discusiones. Con respeto y comprensión. Espero que te ayude un poco,como a mí me está ayudando a disfrutar más de esta época maravillosa en el desarrollo de mi hijo.

Y tú ¿tienes alguna estrategia que te ayude a que tus hijos te hagan caso?

¡Feliz semana!

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